No he podido evitar hablar sobre la nueva telenovela de amor de primavera, titulada “Pasión de Linces”. Hace unos días salió la noticia de que dos de los ocho linces liberados en el Valle de Matachel (Badajoz), dentro del programa Life Iberlince, con el que se intenta la reintroducción nuevamente de esta especie endémica de la Península Ibérica mediterránea en la región, habían comenzado a contactar y a coquetear entre ellos. Sus nombres son Komodo y Kodiac.
Uno de los linces no se ha adaptado adecuadamente al medio, y lo han tenido que devolver por un tiempo al centro de cría de la localidad cacereña de Zarza de Granadilla, y otro desgraciadamente ha fallecido al no adaptarse adecuadamente a la zona.
Pero centremos la atención en esa pareja incipiente, que puede ser el origen de una bonita amistad, amor o por el contrario un simple lio veraniego, tan común por ejemplo en nuestra especie.
Hace tiempo escribí por este mismo medio el primer capítulo de esta telenovela, con la llegada a Matachel de los primeros ocho linces, que tendrían la difícil tarea de adaptarse a un ambiente nuevo, desconocido, pero idóneo para ellos, deberían de buscarse su sustento y entablar contactos entre ellos.
Pues bien, hoy se puede escribir el segundo capítulo, que esperemos tenga un final feliz y sigan surgiendo nuevos capítulos en el futuro de esta apasionante historia de encuentros y desencuentros.
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