"La naturaleza es grande en las grandes cosas, pero es grandísima en las más pequeñas" Saint-Pierre (1737-1814)

martes, 23 de septiembre de 2014

¿Tradiciones?

¿Cómo es posible en el s. XXI en un país que se hace llamar civilizado y desarrollado contemplar año tras año determinados actos incívicos, crueles o sádicos con los animales amparándose en que es una tradición?
Me estoy refiriendo al famoso “Toro de la Vega” que tiene lugar en la localidad vallisoletana de Tordesillas y que consiste básicamente en lancear a un toro hasta la muerte por la muchedumbre exaltada.
Por supuesto que no es el único caso que existe en nuestro querido país, se conocen infinidad de fiestas y tradiciones por toda la geografía patria en las cuáles se utilizan animales para gozo y disfrute del personal arcaico que todavía habita en la España profunda, sin mencionar la tauromaquia, que es objeto de otro debate íntimamente relacionado con todas estas fiestas tradicionales.
Respetando la libre opinión de todas las personas, me es muy complicado llegar a entender como un acto de este tipo puede ser agradable para la vista y el psico de las personas que lo observan. El argumento siempre utilizado es que es una tradición, y bajo ese paragüas protector no se pueden tocar ni prohibir. Tradiciones como la lucha de personas y fieras en el Imperio Romano, la quema de herejes por la Santa Inquisición durante la Edad Media, el uso cruel de algunos animales en fiestas, etc. desaparecieron al producirse un cambio en la mentalidad y una adquisición de valores diferentes como consecuencia de cambios históricos, políticos, religiosos o culturales.
Lo que es cierto es que los tiempos evolucionan, las sociedades cambian y cada vez es menor el apego que se tiene por determinadas “tradiciones”. Por poner algunos ejemplos: la plaza de Toros de las Ventas en Madrid se llena durante la feria de San Isidro pero ¿que ocurre con el resto de los 350 días?, pues que se utiliza para hacer conciertos y eventos culturales y deportivos. Otras plazas apenas se llenan ni aún en sus fiestas locales, y por acercarnos más a la región en la Feria Internacional del Ganado de Zafra solamente se utiliza unos días al año. Sacad vuestras propias conclusiones.
Me despido con el anhelo de no volver a contemplar estos episodios, y con esperanza en el cambio.
Javier Alameda Lozano

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